Solo en Solano

Sábado, 5 de la tarde, tomábamos tranquilamente el té, como es costumbre aquí en la feria de Solano, sin darme cuenta tome el último scons del plato; Sir Charles Patton mirome fijamente y apretando los dientes dijome: “Yo de chiquito deschavete a un chabón chiflándole en la chirimoya…, me entendé?…”, uy perdón!!, Respondí rápidamente, donde están mis modales?, al escuchar esa palabra salir de mi boca, “modales” resonó en mi cabeza aquel dicho del queridísimo Ivan : “Negro, guarda que voy para atrás…”, que tipo educado ese Ivan, quien iba a pensar que después de pronunciar esa frase iba a gritar tan abiertamente en medio del furgón del Sarmiento que era gay; ahí me cayó la ficha, miré a Sir Charles fijamente y le dije: me chupa el huevo izquierdo los modales pedazo de putazooo!!! Y el derecho me lo chupas vos gil, benny gil, y salté hacia atrás tirando la mesa encima suyo, con las tazas de té, ya tibio y con algunos barquitos, y todo lo que había encima, ya no me importaba nada, estaba anarquizado, entre a cantar a los gritos “Vientos de poder”, tratando de imitar la voz de O´connor; me volví un loco de mierda, quería romper todo a frentazos (pasa que tengo antepasados tucumanos); ahí cuando estaba parado sobre mis patas traseras, en guardia, tocando mi nariz cada 10 segundos con mis puños, y repitiendo incesantemente: “a ver putos, quien se las va a rifar conmigo? Son todos unos putos!!!...”. Ahí, en ese punto recordé.
Recordé que ese día, ese viaje en tren, el loco lindo de Ivan después de gritar que era gay me miro intensamente y me dijo: “Te ilusionaste putito? Yo soy bien macho papá!!!...” acto seguido cazó a una morocha que viajaba con nosotros y le partió la trucha de un chuponazo; me cayó la otra ficha, era educadito y era un machazo; volví a Solano, me rodeaban entre 15 y 20 morochos rústicos con aroma a resero tinto recién tomado, por ahí escuche alguna que otra botella romperse, navajas saliendo de sus vainas automatizadas, hasta creo que atrás mío martillaron una 38, la tensión aumento cuando dos de ellos se apartaron dejando un espacio, por allí hizo su gran entrada Sir Charles Patton, vestía un pantalón de gimnasia azul con las 3 tiritas blancas, ojotas rojas, medias de toalla marrones y una camisa hawaiana con muchos dibujos y muchos colores totalmente desprendida dejando lo que parecía un torso humano al viento, apareció pelando una mandarina, sonriendo y moviendo la cabeza al ritmo de “Que no te haga bobo Jacobo” de Molotov, que estaba sonando de fondo, me miró, miró alrededor y me dijo con voz algo parsimoniosa, “Que paso? Que paso? Vamos ay, No que eras tan machito? Qué pasa? Estas lejos de casa papi? Aaaaaajajajajajajajajajajjajaja…”
Estaba más complicado que un manual de Auditoria aplicada de Fowler Newton (o sea, muy complicado, complicadísimo), en cualquier momento aprendía a tocar el arpa, me dije, bue… que mejor forma de demostrar que soy bien machito que comportarme educadamente, así como el loco Ivan, empecé: “Muchachos, a ver, organicémonos, vamos viejo, hablando se entiende la gente, yo sé que me zarpe, me disculpo si se asustaron, si les hice pasar un mal momento, pero bue… tengo sangre esquimal, si, si, y qué? está mal? Está mal loco?...” deje caer algunas lágrimas y saque mi pañuelo para contenerlas, se dio la casualidad de que ese pañuelo era una edición limitada que sacaron en once con un estampado de la diosa Madonna que, vestida de rosa y con muchos brillos y lentejuelas, acariciaba una nutria que mostraba sus dientes enfurecida; esto confundió a muchos, a mi también, ya no entendía nada, no sabía si estaba peleando, zafando, o tratando de hacer amigos, solo había una forma de salir de esto… me incorporé de repente lanzando mis brazos al cielo al grito de: “la concha renegrida del pato Lucas!!!!!!!.... estoy tan encabronado que todo me chupa un huevo!!!!....”; ahí nomas giré sobre mi eje hereje y cara a cara con Sir Charles lo desafié, delante de todos sus amigotes, a un partido de ajedrez que defina este malentendido con las siguientes palabras: “Te la bancas a un ajedrez putito? O vas a decir que no como nena chiquita? Mariconazooooooo!!!!!...”; no pudo negarse; aunque antes de su aceptación sentí tres silbidos de plomo rozar mi cabeza.
Cuando Sir Charles mandó que trajeran el tablero y sus piezas, esperé el momento indicado, los morochos rústicos se dispersaron para cumplir las ordenes y aprovisionarse de mas resero, ahí aproveche, me acerque como quien tiene secretos para develar y dije en su oído muy suavemente: “Te re cabio puto!!!...” le moje la oreja y salí corriendo desesperadamente, suerte que pasaba un bondi al que me colgué, me arrastro por 20 cuadras pero hoy vivo feliz en Lanus… o es Claypole? Bue, vivo y encima feliz. Ja.